Además por su trabajo en el campo de la iluminación y la moda, Mariano Fortuny es célebre por haber tenido un ojo único e inspirado para el diseño de interiores.
Su genialidad se aprecia sobre todo en la manera en que combinó las técnicas de proyección y las tendencias del viejo y del nuevo mundo para satisfacer las exigencias de la producción industrial
Fortuny estuvo muy influenciado por una gran variedad de diferentes culturas de todo el mundo. El artista español se inspiró en el periodo renacentista y en los estilos y las modas de la Venecia clásica, pero también en el exotismo de Extremo Oriente, África, América central y Polinesia.
A principios del siglo XX el diseño de interiores italiano era sinónimo de clase y refinamiento. Venecia en particular se presentaba como el corazón de esta escena floreciente, después de haber permanecido en la sombra en los dos siglos anteriores, que habían tenido como epicentro cultural a París y la moda francesa.
«Fielmente único, pero muy original» era la manera en que se definía la forma en que Fortuny enfocaba los interiores, ya que, al igual que muchos diseñadores italianos de la época, consideraba el pasado como una fuente de inspiración e ideas, al mismo tiempo que introducía en él colores y nuevas tecnologías.
Esto es sobre todo evidente en sus lámparas. Ya fueran clásicos o modernistas, los diseños de Fortuny siempre tenían un alto nivel de gusto y sofisticación. Dos conceptos que fueron y siguen siendo fundamentales en el diseño italiano.
En la actualidad, las creaciones de Fortuny siguen siendo muy deseadas por aquellos que quieren añadir un toque de clase a sus interiores. Fortuny creó, de hecho, innumerables piezas, que diseñó de acuerdo con un punto de vista visionario: lámparas, sofás, cojines, cortinas, colchas, manteles y servilletas espléndidamente decorados, que siguen decorando las casas de muchos, pasando de una generación a otra como objetos intemporales.
Estas creaciones se han convertido en básicos de la decoración, que siguen decorando y ocupando un lugar en numerosas casas, trascendiendo las generaciones.